Un total de 153.927 personas han accedido en transporte público del Consell d’EIvissa a las playas de Comte, Cala Salada y Benirràs hasta el mes de agosto, gracias a los nuevos servicios del programa Playas Conectadas’.
Un primer balance de la temporada que la consellera de Territorio y Movilidad, Pepa Marí, califica de "éxito rotundo" y que ha sido posible "gracias a la colaboración de los ayuntamientos de Sant Antoni, Sant Josep y Sant Joan", que se han encargado de las medidas de control y regulación de los accesos para el vehículo privado.
La L34, de San Antonio a Cala Salada, ha transportado 76.450 personas, lo que supone un incremento del 76% respecto al año pasado, cuando el programa se puso en marcha de forma piloto. Es la línea que más pasajeros ha movido, ayudado por el hecho de que la limitación del acceso en vehículo privado por parte del ayuntamiento se aplica durante todos los días de la temporada de verano.
La L4, de San Antonio en las playas de Comte, ha transportado un total de 55.176 pasajeros. Se trata de una línea ya existente, que se ha ampliado en horarios, lo que ha ayudado a registrar un ligero incremento del 4,1% respecto al 2016. Por parte del ayuntamiento, se ha ordenado el aparcamiento, lo que ha permitido el servicio de autobús poder acceder hasta a pie de playa.
Las L23 y L23A, Ibiza-Benirràs y Sant Antoni-Benirràs (Sant Joan), de nueva creación este 2017, y que incluyen el servicio de lanzadera desde el aparcamiento disuasorio de sa Plana, han transportado un total de 22.301 personas. En este caso el grueso de pasajeros ha registrado los domingos, que son los días de limitación de acceso al vehículo privado.
La experiencia de limitación del acceso en vehículo privado en favor del autobús, que ya se aplica en Cala Salada y Benirràs, se quiere ampliar a otras zonas del litoral masificadas durante los meses de verano, siguiendo el modelo de colaboración con los diferentes ayuntamientos.